Los padres y la televisión: condenados a entenderse (parte 1)

Madre y dos niñas frente a la televisión apagada, donde ven su reflejo.
María Marcos Ramos (madre del cole y profesora en el Departamento de Sociología y Comunicación, Universidad de Salamanca)

La televisión se ha convertido en un elemento sustancial del hogar y resulta hasta extraño encontrarnos con un solo televisor doméstico. Ciertamente, no es el único dispositivo por el que nuestros hijos acceden a contenido audiovisual, pues en casi todas las casas hay ordenadores, portátiles, tablets, móviles, etc., a través de los que el niño o la niña puede acceder a un infinito mundo de imágenes.

Para bien o para mal, ahí están estos aparatos y no queda otra que aprender a usarlos, pero eso no solo significa encenderlos. Aprender a usarlos va más allá pues requiere que los padres realicen una mediación o intervención con la que pueden ayudar al niño o adolescente a analizar los contenidos de los medios de comunicación para seleccionar los más provechosos.

Decidme cómo veis la tele y os diré qué familia sois

Empecemos planteando: y vosotros… ¿qué tipo de relación tenéis con la televisión y los contenidos audiovisuales?

  • Si la televisión forma parte de los hábitos cotidianos de la familia y tiene un lugar clave en la vida familiar (coméis y cenáis delante de la televisión, lucháis por el mando a distancia, habláis sobre lo que se emite en televisión…), entonces sois una familia integradora.
  • Si vuestra familia selecciona los programas y organiza el tiempo y el espacio para su visionado, estamos ante una familia reguladora (que generalmente se traduce en una restricción del acceso a ciertos programas, géneros o contenidos, como la violencia o sexo, o a ciertas cadenas televisivas).
  • Si fomentáis la crítica y el juicio a los contenidos como forma de resistir la influencia televisiva, no cabe duda: sois una familia crítica. En la próxima entrega de este artículo, presentaremos las bases del análisis crítico del que se pueden derivar las pautas que ofrecemos a continuación.

Cómo convivir con la televisión
Varias manos y un mando a distancia de la tele.

Con los niños se pueden aplicar estrategias de mediación instructiva realizando las siguientes acciones:

  • Ayudar al niño a comprender lo que ve en la TV.
  • Indicar por qué algunas de las cosas que hacen los actores están bien o están mal.
  • Explicar los motivos de los personajes o el significado real de algo que aparece en la TV.
  • Ver juntos la TV para disfrutar un programa que a todos os guste o que trate de un interés común.
  • Reírse con su hijo/a de las cosas que ven en la TV. 

También se puede realizar mediaciones restrictivas y preventivas gracias a las siguientes pautas:

  • No permitir el televisor en el cuarto de los niños.
  • Decirle al niño que apague la TV cuando está viendo un programa inapropiado.
  • Establecer un tiempo y horario específico de visión para su hijo, y preocuparse por los contenidos que vean justo antes de acostarse.
  • Especificar por adelantado los programas que puede ver. Para ello podemos:
    • Verlos con antelación.
    • Comprobar sus calificaciones y restricciones de edad.
    • Recoger la información disponible sobre ellos.
    • Informarnos de lo que produce terror a nuestros hijos.
  • Verificar si es posible emplear mecanismos de bloqueo en el dispositivo de visionado.
  • Vigilar el propio consumo de televisión de los padres ya que nuestros programas pueden afectar a los niños, aunque parezcan no estar viéndolos.

¿Por qué los niños no deben ver la televisión solos?

Familia sonriendo juntos frente a la tele.

La televisión no debe convertirse en un "canguro catódico" que cuida de nuestro hijo o nuestra hija cuando no tenemos tiempo. Se corre el peligro de que vean algo que no deben ver, que no es adecuado o que no entienden. Es por tanto fundamental que los niños, sobre todo cuando son pequeños, vean la televisión acompañados por alguien que les haga los comentarios adecuados que sirva para neutralizar imágenes negativas: porque la televisión, el cine o los dibujos animados no explican ni razonan, sino que normalmente solo transmiten acción.

Pero ¿y si ven violencia?

Hay que dialogar, explicando las acciones que han visto para reducir los efectos nocivos, además de fomentar la empatía con aquellos personajes que sufren la violencia y el distanciamiento con los individuos con carga violenta y negativa.

Los padres, educadores o grupo de iguales deben intentar que quien recibe esas imágenes desarrolle valores de deslegitimación de la violencia y nunca de justificación, legitimación o exaltación.

En las investigaciones realizadas sobre este tema, se ha demostrado que cuando los padres critican ante sus hijos las escenas violentas que están viendo en televisión, los niños tienden a disminuir la probabilidad de imitación de las conductas agresivas.

En la segunda parte, hablaremos de…

  • Qué estrategias proponen los expertos para el análisis y el aprovechamiento crítico y creativo del lenguaje, las formas y los contenidos de la televisión.
  • Ideas creativas para que ver la televisión sea algo más que ocio y disfrute.
  • Qué películas recomendamos para descubrir otros mundos, disfrutar y seguir formándose.

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